El ansia: V. Diapasón
© Fernando G. Toledo
El exacto lugar
Equivocado
Tierra prometida isla falaz
Donde quiere hallarse
La voz que ha de seguir
Enhebrando en sí misma
El silencio
Piedras
Rocas desgajadas
Espinos y un río insectos animales
Y los íntimos
Desconocidos
De siempre
Para acoplarse a la escenografía
Inesperada entre la cual
Pondrás a hervir la elegía obvia
De tu desolación
Áspera arena cerros hostiles:
Fuera del cuarto por la ventana
Tu pregunta se mezcla
Con la maquinaria coral
Del planeta obstinado que va a seguir
Girando
Pero ya has cerrado los ojos
Has puesto al sol desechado
El armamento del lenguaje
Y el deseo
Se proyecta delante de ti
Como una sombra blanca: presencia vacía
Diapasón
Herida callada
Que en la carne de tus palabras
Se infecta.
De Diapasón
Colección de Poesía Desierta, Libros de Piedra Infinita (2002)
Primera mención Certamen Vendimia 2001
Imagen: El enigma del deseo, de Salvador Dalí
El enigma del deseo está impulsado por erráticas metáforas que, por lo abstrusas, no alcanzan a definir los confines de lo ansiado y aumentan tu zozobra.
ResponderEliminarQuizá el combustible del deseo sea su imprecisión, su escamoteo de los límites, y esa condición de enigma termine definiéndolo. Si es así, entonces, la metáfora perfecta para el deseo es una metáfora desfasada, errática (¿por dónde vagan las metáforas?).
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