Vértigo bello y terrible
Leandro Calle. Fotografía: Camila Toledo. |
Por Leandro Calle
Querido Fernando: este comentario tal vez sea una tontería mía, pero creeme que necesito hacerlo. [...] Con algo de culpa y a la espera de que nadie interrumpa releo de cabo a rabo Mortal en la noche. Por suerte hay silencio y puedo entrar en sus aguas. Debe de ser la tercera vez que lo leo y sigo encontrando nuevas profundidades. Es un libro contundente. Y su contundencia es bella.
Últimamente me doy cuenta de que leo aceleradamente. Traje tantas cosas para leer de Mendoza. Sin embargo, me doy cuenta de que el único libro que he leído con el necesario aplomo y solidez es el tuyo y he descubierto nada más y nada menos que la poesía. Gracias, querido amigo, porque hoy en la mañana al leer Mortal en la noche me sentí feliz, con esa felicidad que da la poesía y que no se puede explicar mucho. [...] Lo importante es que toqué la poesía y eso basta por ahora.
Me ha quedado dando vueltas una imagen entre muchas otras: «Perdido como un anillo en el lago / Que demora su caída hasta el fondo». Es casi una metáfora de la condición humana en todo el libro, ¿no?
También [los cuatro poemas de] lo que llamo «el ciclo de los hijos». El poema a Camila es hermoso y hoy pude entrar en su luz.
Hay libros que uno lee y deja. Hay otros que uno leyó y los recuerda siempre. Y hay libros a los que uno vuelve. Creo que el tuyo es un libro al que voy a volver muchas veces. En parte porque ya he vuelto varias veces a él y además porque da la sensación de que cuando entramos en su música caemos como ese anillo y todavía no tocamos fondo, y ese vértigo es bello y terrible y nos conmueve.
(Carta personal al autor, 2013)
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