Música antigua

Venus y Cupido con un intérprete de laúd, de Tiziano.



He caído en la trampa de una canción
Tendida por los surcos de lo sucesivo
Una partitura calada en hielo
Que busca todavía su instrumento
Una canción para el coro
De una sola boca cerrada
Cuya resonancia haga vibrar
Los órganos de un cuerpo tembloroso

Noche cegada por el color
De su propio ritmo
La melodía se recuesta sobre el puerto
De un mar silente y abro mis oídos
Como se abre una puerta desde un pasillo oscuro
Y allá adentro está esperando
El arpa persistente de la soledad.


© Fernando G. Toledo

De Diapasón (Libros de Piedra Infinita, 2002)

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