La conjura de Ezra Buckley




El plan será inventar también un mundo
Con el objeto de mostrarle al dios
Que no existe quién ha creado a quién,
Aunque después debamos morir envenenados
Como un ínfimo precio por nuestra hermosa blasfemia.

Tlön, nuestro mundo, tendrá
Enciclopedias apócrifas que hablen de él,
Y como el gusano de una manzana
En algún árbol prohibido
Empezará a comerse el mundo actual
Con los dientes precisos de la farsa.

En Tlön, nuestro mundo, habrá
Laboriosos metafísicos
Empeñados en sus propias
Sutiles mitologías,
Y todos los objetos que se pierdan
En Tlön van a tender a replicarse,
Igual que el deseo que se duplica
Si se mantiene en suspenso.

Será por eso que en Tlön, nuestro mundo,
Un hereje hastiado de irrealidad
Dirá que los espejos y la cópula
Son en igual medida abominables
Porque multiplican el número de los hombres,
Y esa honda frase estremecerá, fuera de Tlön,
A dos amigos en su noche de conjeturas,
Sentados a una mesa, rodeados
De libros, de dudas, de oscuridad,
Y del reflejo de ellos mismos que emana
Un cristal siniestro al fondo del pasillo.


Jorge Luis Borges: Tlön, Uqbar, Orbis Tertius

© Fernando G. Toledo

Incluido en Mortal en la noche (2013)

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