Dejarse abrazar por el mundo de las letras


En el marco del Día Nacional del Libro, Sitio Andino se acerca al mundo de las letras de la mano de dos de los ganadores del Certamen Literario Vendimia 2016: Sergio Pereyra y Fernando G. Toledo.

Pereyra fue ganador con su obra Hamlet a la hora del desayuno en la categoría poesía. "En mi caso tiene que ver con un deseo físico como deslizar la lapicera sobre el papel, apoyar mis dedos en el teclado y en general, uno al concretar los deseos físicos, obtiene placer. En este caso, placer de jugar con las palabras, de construir algo bello y en cierto sentido, bastante inútil para el mercado. No voy a negar que hay momentos de desasosiego pero son los menos”, comentó el escritor.
En base a que sentimientos lo inspiran a escribir, el autor señaló que "la escritura comienza casi siempre con un cierto estado de atención. Son momentos cuando me siento muy perceptivo respecto de lo que sucede en el instante en el que estoy. Perceptivo respecto de mí y lo que me rodea; de mí en relación con eso que me rodea. Como me ha ocurrido estando triste o muy contento. Deduzco que no tiene que ver con estados anímicos. Es una sensación física que me empuja a escribir. Supongo que a esto los románticos y otros escritores del pasado, le llamaban inspiración".
Y agregó: "La verdad, nunca pienso mis poemas en relación con valores. No hago una literatura didáctico – moralizante y sin embargo, como esos poemas, de algún modo son el resultado del sujeto que soy, tienen su carga ideológica. Entonces, mis textos no son racistas ni reaccionarios ni clasistas”.



En cuanto a la sección infanto-juvenil el ganador fue Fernando G. Toledo con su obra El mar de los sueños equivocados. El autor, reconocido por escribir poesías esta vez sorprendió con el género infanto-juvenil, por tal motivo aclaró que no ha cambiado de género: "Simplemente me he atrevido con la impertinencia de todo principiante a escribir una novela de ficción, que era un deseo que tuve durante mucho tiempo pero creí que no iba a poder concretar. También forma parte de cierta promesa empeñada alguna vez a mis hijos, escribir algo para ellos. Pero sucedió que venía acechando una imagen que confiaba podía rodear de un argumento apto para una novela para chicos. Y, de pronto, a fines de 2014, tuve unas vacaciones largas que me permitieron dedicarme a ello. Así fue que lo escribí en dos meses".

A la hora de contar qué lo llevó a escribir poesía, Toledo señaló que “la frecuentación de la poesía desde mi papel de lector apasionado contagió en mí el interés por transmitir mis propias ideas en este género. Mis primeros versos empezaron a aparecer en mi primera adolescencia, pero recién a los 17 años creo que escribí un poema más o menos decente, con conciencia de serlo”.

El escritor también indicó que "si hay algo difícil, es elegir un solo poema como reflejo perfecto de lo que no puede ser. Las obras se construyen y se mueven, evolucionan, tanto como el propio autor. Pero sin pensarlo mucho, se me ocurre el primer poema de mi libro Mortal en la noche. Se llama:

Gesto en el universo
La abundancia sideral del mundo allá afuera
No parece bastarme por sí misma: busco
Entre toda esa madeja algo que volcar
En un poema.
Pero un perro se hace oír a lo lejos
Resolviendo antes que yo sus asuntos,
Y pienso en esto que ahora
Voy a poner por escrito:
Un ladrido como un acto reflejo
Contra algo que se mueve en la noche.

El reconocido escritor sanmartiniano explicó como une sus dos pasiones: la de ser escritor y periodista. “En la personalidad no se escinde el periodista del escritor. Es como la diferencia entre caminar, trotar o correr. Se usan las mismas piernas, lo que cambia es la intensidad y los recorridos. Lo que sí cambia en mí es la estacionalidad, escribo como periodista todos los días. En cambio, mis producciones literarias requieren por lo general un tiempo especial, mucha dedicación y desconexión de las exigencias cotidianas. Por ejemplo, casi toda mi poesía la escribo en tiempos de vacaciones. Por lo demás, intento siempre que haya algo de poesía en todo lo que escribo, sea una novela, una nota periodística o, por supuesto, un poema”.


Certamen literario

Ambos autores recibieron un reconocimiento este lunes en que se conmemoró el Día del Escritor por ser los ganadores en sus respectivas categorías del Certamen Literario Vendimia 2016.
Con respecto a esto, Pereyra declaró que “el premio es muy reciente como para evaluar su impacto. Por ahora representa un reconocimiento y muchos mimos. Y la verdad, lo estoy disfrutando”.
Por su parte, Toledo expresó que “lo más importante de un premio como el Vendimia, creo yo, es la publicación. Luego de que 'el daño está hecho', es decir, el texto está escrito, lo que el escritor ansía es verlo publicado. Un galardón como este incluye la publicación y se prestigia más incluso por el hecho de ofrecer un reconocimiento económico al autor. Lo demás, creo que queda más a cargo de las mismas obras que los jurados decidan premiar: si son de calidad, eso prestigia también al premio”.
Cada obra ganadora de las categorías tendrá una edición de mil copias y podrá adquirirse a partir del mes de septiembre, en los stands de Ediciones Culturales de la edición 2016 de la Feria del Libro.
La labor de estos autores mendocinos representa el compromiso literario que también poseen sus colegas. En este caso son escritores locales que nos enriquecen con sus creaciones.
Con este breve recorrido podemos ser testigos de lo que significa escribir un libro. Los libros y los escritores mantienen un lazo irrompible porque sus obras han pasado a ser su complemento. Las palabras del célebre Jorge Luis Borges reflejan este sentir: “hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libro”.


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